Máquinas Arcade caseras: todo lo que necesitas saber
Hola de nuevo mis queridos amigos Arcadienses. Aquí me hallo nuevamente dispuesto a hablaros del nuevo resurgimiento de la cultura Arcade que se lleva observando en los últimos años.
Todo aquel nacido en la década de los 70/80 seguro que habrá oído hablar del término. No solo oído, sino que se habrá criado jugando a este tipo de máquinas. Las máquinas Arcade, para mucho de nosotros, supusieron un auténtico “boom” de emoción y diversión. Fueron muchas las horas y monedas que gastamos en los salones recreativos intentando “pillarle el vicio” a cualquier máquina Arcade que podíamos encontrar en cada uno de los miles de “billares” que poblaban todo el territorio nacional.
Pues bien, cuando se daba por extinto el fenómeno Arcade, desde hace unos años acá vemos con satisfacción que son cada vez más los apasionados del “retro-gaming” que deciden a comprarse o fabricarse de forma artesanal todo tipo de componentes Arcade. Bartop’s, paneles de control Arcade, máquinas originales restauradas…son muchas las opciones de las que disponemos los amantes de lo “ochentero” para poder volver a disfrutar en casa de los juegos Arcade «de toda la vida».
En este artículo os intentaremos explicar que vais a necesitar para poder construiros una máquina Arcade casera en casa. No tanto desde el punto de vista “DYI” (“hazlo tú mismo”), sino como una guía rápida de todo lo que vas a necesitar para montarte una máquina Arcade en cualquiera de sus variantes. Es decir, que os diremos lo que os va hacer falta para llevar a cabo la tarea, no como hacer dicha tarea. Pero empecemos por el principio.
Índice de contenidos
Que es una máquina Arcade
De forma muy resumida, se podría decir que una máquina Arcade era una máquina (“cabinet” en inglés) de entretenimiento con un interior electrónico que funcionaba con monedas y las cuales estaban programadas para poder jugar a infinidad de video juegos de habilidad, de lucha, de deportes, etc.
Estas máquinas, instaladas en negocios públicos como podían ser restaurantes, bares y, como no, salones de juego o “billares”, tenían un monedero y un sistema por el cual te daba la opción de poder jugar una partida al juego de turno a cambio de “echarle” una moneda. Estas llevaban integrados una serie de botones y joysticks con los que podrías interactuar con el juego que llevara instalado dicha máquina. Es decir, con estos joysticks y botones podrías manejar aquello que tuvieras que manejar en el juego de la máquina (un personaje, un coche, un avión, una diana, etc.).
Mucho del encanto que tenían las máquinas Arcade de segunda generación se debía sobre todo a que la máquina en sí estaba diseñada y fabricada solo y exclusivamente para poder ejecutar el juego que llevase instalado. Parece obvio, pero me explico: a esa máquina no se le podía instalar otro juego que no fuera para el que fue fabricada, por lo que toda ella estaba diseñada y construida para jugar solo y exclusivamente a ese juego. Debido a esto nos podiamos encontrar máquinas con forma de coche (con volante, pedales, etc), o de moto, o con una metralleta integrada. Gracias a esto la inmersión en el juego era mucho más profunda, multiplicandose así por mil la percepción de diversión.
Todo esto cambio cuando se estandarizó el conexionado Jamma, el cual era utilizado por las máquinas Arcade originales, pero sin ser un estándar. O sea, que cada marca comercial (Capcom, Konami, etc.) tenían su propia conexión Jamma. Cuando se estandarizó dicha tecnología, cuando se quería cambiar ciertos tipos de juegos, ya no se tenías por qué cambiar la máquina entera, por lo que ya tampoco era necesario diseñar una máquina de forma específica para un juego determinado, pasándose a fabricar máquinas Arcade estándar, con la cual se podía jugar a infinidad de juegos.
Todo esto también ayudo a abaratar costes a los dueños o gestores de los antiguos salones recreativos. Digo esto porque con esta estandarización ya no era necesario pagar una máquina entera cuando querían cambiar los juegos de sus salones, sino que solamente pagaban por la placa en sí del juego. Es decir, que en las máquinas físicas que ya tenían podían ejecutar infinidad juegos. Y todo esto, a su vez, también ayudó a que llegaran más juegos diferentes al público en general, ya que los salones recreativos o bares podían cambiar los juegos con mucha más frecuencia.
Breve historia de las máquinas Arcade
Veamos a continuación una resumida historia de la industria Arcade, necesaria para entender de donde viene y todo su desarrollo posterior.
Inicios (1962 – 1972)
Podríamos decir y tomar por cierto que el “Pong” de Atari de 1972, fue reconocido como el primer videojuego Arcade comercial exitoso. Esto no quiere decir que fuera el primero en crearse, ya que antes que este podríamos nombrar el «Spacewar» (1962), desarrollado por Steve Russell en Massachusetts y considerado el primer juego Arcade, alcanzando gran éxito sobre todo entre la comunidad informática de dicho estado.
Una versión posterior de este juego fué el «Galaxy Game» (1971), desarrollado por los universitarios Hugh Tuck y Bill Pitts. Tuck vio claro el negocio y su juego fue el primero en funcionar con monedas.
Pero el verdadero inicio del «boom» de la industria Arcade comenzó con Atari y su «Pong». Después de producir el juego «Computer Space», una versión mejorada del «Spacewar», Nolan Bushenell y Ted Dabney decidieron crear ATARI en Junio de 1972 y su primer juego fue el «PONG».
A partir de ahí vino todo lo demás. Un factor determinante para dicho boom fue el paso de los circuitos integrados discretos a los microprocesadores programables a mediados de la década de 1970, lo cual permitió el desarrollo de más y mejores juegos y, por ende, a estandarizar los salones recreativos, únicos espacios que albergaban este tipo de máquinas y los cuales surgieron como setas.
Primera Edad de Oro (1978 – 1983)
Podríamos aseverar que esta primera edad dorada de los Arcade podría abarcar desde 1978 a 1983 aproximadamente. En dicho año, 1978, sale al mercado el «Space Invaiders» de Taito, convirtiéndose al instante tanto en un éxito comercial sin precedentes como en una auténtica revolución en cuanto a diseño de juegos se refiere, ya que incorporó por primera vez la figura del «marcador». O sea, el marcador de puntos del juego. Aunque parezca una tontería, este detalle no fue baladí, ya que gracias a esto, los juegos Arcade se volvieron mucho más adictivos, ya que había un nuevo objetivo cuando jugabas.
Ya no solo jugabas para evitar que te mataran y durar el máximo tiempo posible jugando o para ganar a tu rival, sino también para superar el récord de puntos que hubiera. A nivel psicológico está estudiado: tenemos, en mayor o menor grado, un instinto natural de superación que nos hace ser competitivos, y por eso echábamos monedas a la «máquinita» una y otra vez hasta batir todo récord habido y por haber.
Otros grandes juegos Arcade nacieron en estas fechas gracias a empresas como Namco, Atari, Williams Electronics, Stern Electronics o Nintendo. Podríamos destacar sobre todo el «Pac-Man» (1980) de Namco, el cual fue un auténtico bombazo comercial, sobre todo entre el público femenino. El personaje llegó incluso a convertirse en un elemento de cultura popular. Todo este éxito lo podríamos resumir diciendo que en 1981 la industria de los videojuegos Arcade tenía un valor de 8.000 millones de dólares en EE.UU. Una auténtica barbaridad para la época. Cabe señalar por último que Pac-Man fue distribuido por Midway en EE: UU.
A partir de mediados de los ochenta hubo un declive muy notorio en la industria Arcade. Esto se debió sobre todo a la saturación en el mercado de salones Arcade y al cada vez mayor conocimiento y dominio de los juegos por parte de los jugadores (aprendiéndose los famosos «patrones» del juego). Y, aunque parezca mentira, la mala fama que muchas familias americanas le atribuían a los salones recreativos también puso su granito de arena al declive de lo Arcade. A este declive también influyó la aparición de los primeros sistemas de entretenimiento para el hogar que empezaron a aflorar en el mercado entre mediados y finales de los 80 (NES, MEGADRIVE, etc.), aunque estos primeros sistemas estaban aún muy lejos de las máquinas Arcade en cuanto a tecnología y calidad de juegos se refiere.
Segunda edad de oro (1986 – 1997)
A partir de 1986 se experimentó el inicio en la recuperación de la industria Arcade, gracias sobre todo a unos sistemas llamados «kits de conversión de software», los cuales empezaron a verse a principios de los 80.
¿Y que es esto? Os explico muy rápidamente. Estos «kits de conversión» lo que hacían era añadir nuevas funcionalidades, dificultades o escenarios a un juego Arcade ya programado, creándose así como una nueva versión de dicho juego. Se «revivieron» así muchos juegos Arcade que con el tiempo se tornaron aburridos para los jugadores más expertos, ya que estos habían desarrollado un dominio absoluto sobre ellos. Ya no le suponían ningún reto. Con estos kits de modificación le dabas nuevos retos a los jugadores. Un ejemplo muy famoso de estos kits de modificación es el de «Miss Pac-Man» (Midway 1981) , el cual, como habréis supuesto, es una modificación del «Pac-Man». En un principio Midway, distribuidora del Pac-Man en EE.UU, amenazó con demandar a los creadores de dicha modificación, ya que la hicieron sn permiso, llegándose finalmente a un acuerdo comercial debido al éxito que supuso el juego. En «Miss Pac-man» el personaje es femenino, se incluyeron nuevos laberintos, fantasmas más veloces, etc. Todo esto gracias a instalarle a la placa del juego original del «Pac-Man» un «kit de conversión de software».
Algunos sistemas de kits de modificación son el «Convert-a-Game» de Sega, la «Atari System 1» y la «Nintendo VS. System», el cual fue la introducción en Occidente del hardware de la Famicom (NES) en 1984.
Todo esto unido a la aparición y éxito de juegos como «Karate Champ» (Data East, 1984), «Yie Ar Kung-Fu» (Konami, 1985), «Kung-Fu Master» (Data East, 1984), «Renegade» (Taito, 1986), sin olvidarnos de «Out Run» (Sega, 1986) o «After Burner» (Sega, 1987), cuyos «cabinets» permitían una inmersión en el juego nunca vista hasta entonces y que fueron auténticos éxitos comerciales, favorecieron al florecimiento de esta nueva edad de oro de las máquinas Arcade.
Sin embargo, el verdadero nuevo «boom» Arcade se inició a principios de los 90 y fue propiciado, sobre todo, por la llegada de los juegos de lucha, cuyo mayor exponente lo tenemos en el «Street Fighter II» (Capcom 1991). Una mención aparte merece este juego, ya que fue una auténtica revolución. Como ocurrió con «Pac Man», «Street Fighter II» generó una auténtica cultura a su alrededor (se rodó hasta una película). Factores como la posibilidad, por primera vez, de jugar dos jugadores a la vez uno contra el otro (modo «versus»), el establecimiento de un estilo de juego mucho más moderno y una evolución en la jugabilidad nunca vista hasta entonces, supusieron un gran éxito. Todo esto dio lugar al nacimiento de una serie de títulos similares, algunos de los cuales llegaron también a convertirse en legendiarios. Estamos hablando de «Mortal Kombat» (Midway, 1992), «Fatal Fury» (SNK-Neo Geo, 1991), «Killer Instinct» (Midway, 1994), «Virtua Fighter» (Sega, 1994) o «Tekken» (Namco, 1994), los cuales fueron los principales culpables de este nuevo éxito de los salones recreativos y de las máquinas Arcade.
Otro factor a tener en cuenta en esta nueva expansión Arcade fue la introducción en estos juegos de un nuevo realismo impulsado por la «revolución 3D», la cual supuso el paso de los gráficos 2D y pseudo-3D a los verdaderos gráficos poligonales 3D en tiempo real. Esta revolución fue impulsada en gran medida por la guerra tecnológica que libraban por aquella época Sega y Namco. Algunos ejemplos que se popularizaron en los salones recreativos a principios y mediados de la década de los 90, los cuales usaban esta tecnología, fueron juegos como «Virtua Racing» (1992) y «Virtua Fighter» (1993), ambos de Sega.
Los gráficos en 3D se popularizaron posteriormente en los juegos de consolas y ordenadores sobre todo a finales de los 90, aunque los sistemas Arcade, como el Sega Model 3, seguían siendo considerablemente más avanzados y potentes.
Aunque hasta aproximadamente 1996 los videojuegos Arcade seguían siendo el mayor segmento de la industria mundial del videojuego, los salones recreativos fueron decayendo poco a poco, siendo por primera vez superados por el mercado de las consolas en torno al año 97 y 98.
El final de las máquinas Arcade
Por desgracia, y como una especie de controversia maléfica, fue el avance de la propia tecnología que encumbró los juegos Arcade lo que desbanco a dichas máquinas del trono donde se encontraban.
Ya hemos citado que el principio del fin comenzó con la aparición, a mediados y finales de los 80, tanto de las primeras consolas (NES, MEGADRIVE, etc.) como de los primeros micrordenadores domésticos (Amstrad, Spectrum, Commodore, MSX, etc.). Estos últimos pasaron de usarse como herramienta ofimática a centro de juegos para el hogar. Esto se pudo producir sobre todo gracias al avance en el procesamiento gráfico que experimentaron estos primeros ordenadores domésticos. Aunque estas primeras plataformas de juego no estaban a la altura de las Arcade, ni por asomo, en lo que a calidad de los juegos y tecnología se refiere, no tuvo que pasar mucho más tiempo para que esto se revirtiera, marcando así el principio del fin de las tan queridas Arcade.
Aunque como hemos visto, a principios y mediados de los 90 hubo un resurgimiento de la industria Arcade gracias a los juegos de lucha y a la aparición de la tecnología 3D poligonal, esta finalmente perdió la batalla en el momento que esta tecnología fue integrada por fin en ordenadores y consolas domésticas.
Bueno, y así fue como pasamos de jugar en los billares del barrio a jugar en el salón de casa, perdiéndose por el camino todo el componente social que contenía el hecho de jugar a videojuegos en unos salones recreativos públicos. Una pena.
Desde los juegos más básicos (“Pacman”, “Galaxian”, “Space Invaiders”) hasta los más «modernos» de finales de los 80 y principios de los 90 (“Metal Slug”, “Operation Wolf”, «Street Fighter II», «Snow Bros», «Mortal Kombat»), todos ellos contenían un ingrediente de adicción y diversión desconocidos por todos nosotros hasta entonces, siendo muchos los chavales que se criaron y disfrutaron jugando a este tipo de juegos en esos centros sociales que eran los salones recreativos.
No olvidemos tampoco que fueron las máquinas Arcade las pioneras en el nacimiento de la macroindustria del video-juego. Y fue gracias a ellas por lo que se empezaron a desarrollar más y mejores juegos. De hecho, como ya hemos citado, hasta finales de la década de los 90 los videojuegos Arcade eran el sector más grande y tecnológicamente más avanzado de dicha industria, y muchos de los mejores títulos que te puedes encontrar hoy en día para consolas de última generación hunden sus raíces en las máquinas Arcade.
Bueno amigos, con esto creo que tenéis más que suficiente para echar un rato delante de la pantalla cuando no tengáis nada que hacer y queráis tener una visión general de como surgió todo lo relacionado con el mundo Arcade.
Abordamos ahora la segunda y última parte de este artículo que creo os podrá despejar muchas dudas en cuanto a lo necesario para aquellos románticos que se decidan por montarse «algo» Arcade en su casa.
Definición de Máquina Arcade casera
¿Qué es una máquina Arcade casera? Pues como su propio nombre indica, es una máquina Arcade de nueva construcción que se fabrica intentado imitar el diseño de las originales, y en cuyo interior se instalan y configuran diferentes tipos de hardware y software (ordenadores, placas multijuegos, etc.), haciendo posible jugar a los antiguos juegos Arcade.
De forma muy resumida, cortas las maderas (también se pueden comprar ya cortadas), las ensamblas, metes dentro el hardware correspondiente para poder jugar (monitor, ordenador, altavoces, etc.), le configuras un software de emulación (en algún hardware que venden para emular ya viene este software configurado y listo para utilizar, como por ejemplo la «Pandora’s Box»), interconexionas todo a unos mandos Arcade (imprescindible), y ¡voila! …ya tenemos nuestra máquina Arcade casera (que fácil suena).
Evolución del fenómeno de las máquinas arcade caseras
Habiéndose creído durante mucho tiempo extinguido el fenómeno Arcade, nos encontramos que durante los últimos años ha habido una especie de resurgimiento de la cultura Arcade. Ya no solo me refiero a nivel usuario, que también, sino que cada vez son más los lugares públicos donde se están acomodando nuevamente las máquinas Arcade. No solo en bares: peluquerías, gimnasios, concesionarios de coches, consultas médicas, etc. Son muchos los profesionales que hoy en día se han decidido a decorar sus instalaciones con una máquina Arcade. No solo para sorprender y entretener a su clientela, sino por darle también un toque “vintage” a sus establecimientos.
A nivel usuario podríamos decir que este fenómeno de expansión se lleva observando desde hace ya bastantes años. Gente que en los 80 eran unos críos y que hoy en día ya no lo son tanto, se están decantado por este tipo de entretenimiento principalmente por nostalgia y romanticismo. Esto, unido a que lo “vintage” siempre estará de moda, ha ayudado mucho a la popularización de nuevo de lo Arcade.
Si a esto sumamos la cantidad ingente de información que se puede encontrar hoy en día por la red, me atrevería a decir que es relativamente fácil construirse en casa una pequeña o gran máquina Arcade con miles de juegos instalados para poder rememorar nuestra más tierna infancia.
Nacimiento del fenómeno
No podría deciros una fecha exacta de la aparición del fenómeno, ya que no es algo que se haya dado de forma espontánea. Desde mi experiencia personal, os puedo decir que lo llevo observando desde hace ya un mínimo de 15 años, sino más.
Una vez muerto el mercado Arcade, el que quería ponerse una Arcade en su casa tenía que buscar máquinas originales que alguien conservara. Máquinas que no eran precisamente baratas y que eran muy difíciles de encontrar. Esto, unido a la dificultad de encontrar placas originales de juegos Arcade, hacía que fueran muy muy pocos los privilegiados que se podían permitir tener una máquina Arcade en casa.
Todo esto cambión gracias, por un lado, a la evolución de los micrordenadores, y, por otro, a la aparición y posterior evolución de los tan famosos “emuladores” de este tipo de juegos (sobre todo el todopoderoso “Mame”), teniendo como resultado la popularización y afianzamiento de nuevo de los juegos Arcade.
Este tipo de programas para ordenador, llamados emuladores, son los que nos permitirán ejecutar los juegos de antaño en un ordenador, sin necesidad de tener una máquina Arcade. Este tipo de programas lo que hace es “emular” el hardware que había en las máquinas Arcade originales, pudiendo así llevar a cabo la ejecución de sus juegos.
Igual que en la máquina, para poder ejecutar estos juegos en el emulador, necesitamos también su “código fuente”. Este código fuente, en las máquinas originales, estaba grabado en unas placas electrónicas PCB enormes, y se almacenaba en varios “chips”, llamados memorias ROM. Pues bien, este código fuente de los juegos, necesario también para poder jugar al juego en el emulador, debe estar almacenado en un fichero el cual sea legible por dicho emulador. A estos ficheros se les suele llamar ROM, siendo estas los juegos en sí.
La dificultad en la configuración e instalación de las primeras versiones de estos emuladores, así como la casi imposibilidad de encontrar y descargar estas ROM (juegos) de juegos Arcade, hicieron que al principio fueran muy pocos los “frikis” que se aventuraran a montarse algo Arcade en casa. Hablamos de principios del año 2000.
Madurez del fenómeno de la máquina arcade casera
Pero todo esto cambio. Los emuladores con el tiempo evolucionaron, facilitándose su uso y configuración. Esto, unido a la infinidad de soporte que se podía (y se puede) encontrar en la red, junto con la facilidad en la búsqueda y descarga de los juegos correspondientes, aportado todo ello por gente de forma totalmente desinteresada (muchas gracias a todos ellos), ha facilitado muy mucho la popularización, creo que a partir del año 2010 más o menos, de las máquinas Arcade “caseras” y sus derivados.
Otro de los factores que han influido en la popularización cada vez mayor de lo Arcade viene también dado por la comunidad en Internet, la cual empezó a descodificar en masa los “códigos fuentes” almacenados en las memorias “ROM” originales de las placas de los juegos Arcade. Fue ahí cuando verdaderamente empezó el “boom” en el mundo de la emulación. Al principio solo utilizando ordenadores y unos gamepads USB y después metiendo estos ordenadores en máquinas Arcade originales o caseras.
No olvidemos tampoco la aparición y desarrollo de una electrónica muy enfocada al mundo Arcade. Me refiero a la aparición en el mercado de placas electrónicas PCB las cuales se usan para muchas funciones: hacer unos mandos Arcade con conexión USB, conectar ordenadores a máquinas Arcade originales, convertir señales de video, etc.
Versiones de emuladores cada vez más fáciles de configurar, miles de páginas donde poder bajarte los juegos, soporte por doquier, etc. Todos estos factores ayudaron a que cada vez más gente se interesara por el mundo Arcade.
Y no solo de lo Arcade. Gracias a estos “emuladores” pudimos entrar también de nuevo en un viejo mundo “gamer vintage”, donde podíamos volver jugar a las plataformas más “viejunas” de nuestra infancia (NES, SNES, MegaDrive, etc.).
Situación actual
Y lo que parecía ser una moda pasajera parece ser que ha venido para quedarse. Digo esto porque se ha creado un auténtico mercado alrededor de este tipo de entretenimiento. Pequeños autónomos que han visto negocio en la fabricación de máquinas, pequeñas tiendas on-line, incluso de informática, que han incorporado a su catálogo de venta este tipo de material, etc. Son muchos los ejemplos que demuestran que lo Arcade ha vuelto, parece ser, para quedarse.
Incluso las grandes multinacionales de entretenimiento (Sony, Nintendo, etc.) han visto el filón, y algunas de ellas han empezado a recomprar los derechos de autor de juegos Arcade antiguos e integrar canales de juego “retro”, donde por una pequeña suscripción puedes jugar a sus juegos más añejos, incluidos juegos Arcade.
A todo esto está también ayudando mucho el resurgimiento de diferentes asociaciones y clubs Arcade a lo largo y ancho de nuestra querida España. Ciudades como Sevilla, Valencia o Barcelona son algunos ejemplos de ciudades que tienen un museo, o un club, público o privado, donde poder disfrutar de las Arcade originales más “viejunas”. Una autentica gozada, la verdad. Y unos auténticos héroes toda esta gente que gasta su tiempo y dinero en esta clase de proyectos. Mil gracias a todos ellos.
Obviamente estoy hablando del mercado español. Es sabido por todos que, en el mercado estadounidense y sobre todo el japonés, por ejemplo, esto nunca ha llegado a pasar del todo de moda. Es mucha la cultura Arcade que aún persiste por esos lares habiendo aún salones recreativos por doquier.
Gracias a todo esto que hemos citado, a nivel usuario, es mucha la gente que se ha decidido a hacerse ellos mismos una Arcade. Cuarentones nostálgicos los cuales quieren poder echar un “Snow Bros” con su crio. Para muchos de nosotros, románticos empedernidos, volver a jugar al “Kun Fu Master” o al “Hiper Sport” es como rememorar nuestro primer beso. Hablamos de emociones. Es por esto, creo yo, que al fenómeno Arcade aún le queda vida por delante, por lo menos hasta que no desaparezcamos del mapa las generaciones de los 70 y 80.
Incluso las nuevas generaciones, acostumbradas hoy en día a unos alardes gráficos sin parangón, cuando juegan a cualquier juego clásico Arcade se quedan encantados, ya que el grado de adicción de tales juegos supera con creces a muchos de los juegos más modernos. Juegos Arcade con una presentación gráfica más bien justita a veces provocan en el jugador una sensación de diversión mucho mayor que la que le pueda provocar otro tipo de juegos más actuales y con otra filosofía de juego.
Juegos que te ponen a prueba de forma continuada. Pantalla tras pantalla. Juegos que te retan una y otra vez. Juegos en los que tienes que tener unos reflejos de atleta y una inteligencia sublime para poder así descubrir y dominar los patrones de los movimientos de tus enemigos en el juego.
Tipos de máquinas Arcade caseras
Veamos a continuación los diferentes tipos de máquinas y paneles caseros más comunes. Así pues, atendiendo a su tamaño, podríamos dividirlas de la siguiente manera:
- Originales.
- Casera tamaño completo.
- Casera tamaño Bartop.
- Paneles de control HDMI/Pandora’s Box.
Veamos a continuación una breve descripción de cada una de ellas.
Máquinas Arcade Originales
Aunque hemos metido estas máquinas en el apartado de “máquina casera”, esto no es del todo cierto, ya que, como su propio nombre indica, son aquellas máquinas Arcade originales diseñadas y construidas en los años 70, 80 y 90. Cualquiera que tenga este tipo de máquina funcional, se puede sentir más que afortunado.
Lo que sobre todo se valora en estas máquinas es su sistema de video RGB analógico, compuesto principalmente por una cegadora y gran pantalla de tubo CRT, la cual, para los juegos Arcade originales, es la que mayor calidad daba. Mucho mejor que cualquier sistema de video digital actual. Tened en cuenta que estos juegos Arcade estaban programados para este tipo de señal de video.
En el próximo artículo os contaremos con detalle las diferentes opciones que tendrás para poder disfrutar de tu Arcade original, estando esta totalmente operativa, claro.
Máquinas Arcade caseras tamaño Completo
Ya entramos en el mundo de la nueva fabricación. Imitando los diseños originales, estas máquinas “caseras” suelen ser de tamaño un poco más reducido a las originales pues cuestiones de comodidad, ya que, interiormente no necesitan albergar tanto hardware como las máquinas originales.
Existen miles de planos y diseños “pululando” por internet para poder cortar y ensamblar las maderas necesarias para montar lo que es la máquina en sí, que tal vez sea la tarea más engorrosa y difícil a la hora de construirte tu máquina.
Igualmente puedes encontrar tiendas donde ya venden las maderas cortadas, siendo su montaje mucho más fácil y asequible.
En cuanto al hardware necesario para poder jugar, existen diferentes opciones que explicaremos con detalle más adelante.
Máquinas Arcade caseras tamaño Bartop
Formato muy de moda en la actualidad debido a tu tamaño, gracias al cual no necesitas mucho espacio en casa para albergar este tipo de máquina Arcade casera.
De dimensiones menores a la máquina Arcade completa, esta se compone solamente de la parte de arriba de lo que sería una máquina Arcade normal. O sea, que sería sola la “cabeza” de una máquina Arcade.
Existe también máquinas Bartop’s con pedestal, la cuales se compone de una Bartop con un pie. Estas Bartop’s con pie siguen siendo, en lo que a tamaño se refiere, más pequeñas que las máquinas Arcade caseras completas.
En cuanto al hardware necesario para poder jugar en estas máquinas, las opciones son las mismas que en las máquinas Arcade caseras completas.
Paneles de control Arcade HDMI/Pandora’s Box
Se pueden considerar como una consola de juegos Arcade. Son paneles de control de dos jugadores, con sus botones y joysticks, en el cuyo interior se ha instalado y configurado el hardware necesario para poder jugar a cualquier juego Arcade en la TV de casa.
Por norma general, el hardware que se usa para poder jugar en este tipo de paneles es una placa electrónica PCB llamada “Pandora Box”, la cual ya viene totalmente configurada y lista para poder jugar a cualquier juego Arcade.
Este tipo de paneles “Pandora Box”, o bien los puedes construir tú desde cero, o bien los puedes encontrar ya montados y listos para “enchufar y jugar”.
Si eres de los que te vas a construir tú mismo el panel Arcade, también tendrás la opción de instalar la Raspberry PI en vez de la Pandora. Esto hay gente que lo prefiere debido al mayor número de emuladores que es capaz de ejecutar las Raspberry Pi, pudiendo así no solo jugar a juegos Arcade, sino también a juegos de la NES, SNES, MegaDrive, PS1, y un largo etcétera.
Bien amigos, con esto creo que es suficiente por ahora. Os emplazo a un pronto próximo artículo, en el que ya entraremos en materia de forma más profunda y en el que por fin podremos ver que vamos a necesitar para llevar a buen puerto nuestro proyecto Arcade.
¡Hasta pronto mis queridos frikis!